Los corredores prefieren la comodidad de las superficies lisas del asfalto sin saber que su dureza pone en riesgo a sus piernas y pies en cada entrenamiento. Adoptar ciertos hábitos saludables en las rutinas puede ayudar a evitar muchas lesiones relacionadas con hacer running por las calles. Correr significa un gran esfuerzo para el cuerpo. Basta imaginar zancada imprime tres veces tu propio peso sobre el cuerpo, atravesando tus piernas y pies. Por eso es tan común que los corredores de calle lidien, más a menudo que lo deseado, con lesiones de rodilla y espalda. Por eso, tené en cuenta esta lista de tips para lograr reducir el riesgo de estas heridas habituales.
1. Varía tu ruta de entrenamiento
Si bien la mayoría de los corredores prefieren el pavimento y las calles, estas son las más duras y las más difíciles de las superficies. La mejor opción es ir alternando con trayectos no pavimentados, inclusive intentar encontrar lugares boscosos que estén cerca para poder salir a correr por ellos. Inclusive si vas a un parque que tiene un sendero específico para corredores, no lo hagas entero sino que intentá alternar superficies duras con blandas. No sólo estarás rompiendo la monotonía, también ayudarás a tus piernas a no sufrir tanto.
2. Rompé con el hábito de entrenamiento
La variación es clave en todo entrenamiento. Hacer siempre la misma rutina, ruta y tiempo no solo te aburre a vos sino que disminuye tu progresión y tensiona a tu cuerpo. La manera más fácil de evitar la monotonía es seguir un calendario de running.
De esta manera, habrá actividades balanceadas que combinarán diferentes intensidades y duraciones de corridas, sumando intervalos y ritmos apropiados. Haciendo esto, ganarás en todos los aspectos.
3. Asegurate de tener las zapatillas adecuadas
Esto es vital para acolchonar el impacto contra el suelo, pues son las zapatillas las que cumplen esta función básica para todo corredor de prevenirle lesiones. Cada vez son más las tecnologías que las distintas marcas aplican al calzado para ayudar a absorber el golpe.
4. Ejercitá tus pies
Tus pies pueden estar muy bien protegidos con las zapatillas óptimas para tu tipo de pisada y exigencia, pero seguirán siendo los pies los que harán todo el trabajo. Los músculos de los pies también se pueden entrenar. Debés elegir los ejercicios para fortalecerlos y, de esa manera, el sistema muscular estará resguardado de las exigencias del esfuerzo diario. A su vez, podrás aumentar la fuerza de despegue del mismo, mejorando la performance en tus corridas.
Ahora ya sabés qué factores añadir a tus entrenamientos para lograr mejorarte sin caer en riesgos innecesarios.
Si bien la mayoría de los corredores prefieren el pavimento y las calles, estas son las más duras y las más difíciles de las superficies. La mejor opción es ir alternando con trayectos no pavimentados, inclusive intentar encontrar lugares boscosos que estén cerca para poder salir a correr por ellos. Inclusive si vas a un parque que tiene un sendero específico para corredores, no lo hagas entero sino que intentá alternar superficies duras con blandas. No sólo estarás rompiendo la monotonía, también ayudarás a tus piernas a no sufrir tanto.
2. Rompé con el hábito de entrenamiento
La variación es clave en todo entrenamiento. Hacer siempre la misma rutina, ruta y tiempo no solo te aburre a vos sino que disminuye tu progresión y tensiona a tu cuerpo. La manera más fácil de evitar la monotonía es seguir un calendario de running.
De esta manera, habrá actividades balanceadas que combinarán diferentes intensidades y duraciones de corridas, sumando intervalos y ritmos apropiados. Haciendo esto, ganarás en todos los aspectos.
3. Asegurate de tener las zapatillas adecuadas
Esto es vital para acolchonar el impacto contra el suelo, pues son las zapatillas las que cumplen esta función básica para todo corredor de prevenirle lesiones. Cada vez son más las tecnologías que las distintas marcas aplican al calzado para ayudar a absorber el golpe.
4. Ejercitá tus pies
Tus pies pueden estar muy bien protegidos con las zapatillas óptimas para tu tipo de pisada y exigencia, pero seguirán siendo los pies los que harán todo el trabajo. Los músculos de los pies también se pueden entrenar. Debés elegir los ejercicios para fortalecerlos y, de esa manera, el sistema muscular estará resguardado de las exigencias del esfuerzo diario. A su vez, podrás aumentar la fuerza de despegue del mismo, mejorando la performance en tus corridas.
Ahora ya sabés qué factores añadir a tus entrenamientos para lograr mejorarte sin caer en riesgos innecesarios.
Fuente: guialap.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario