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martes, 16 de abril de 2013

ATENTADO EN MARATON DE BOSTON

Ayer lunes 15, recibíamos una noticia que jamás hubiéramos creído y querido recibir. Un atentado terrorista con la explosión de dos bombas próximas a la línea de llegada, habían teñido de sangre y horror la 117a. Maratón de Boston.
Lo que tendría que haber sido una fiesta, con familias enteras disfrutando de un día festivo, y de un acontecimiento a nivel mundial, que apuesta a la VIDA, se convierte, por una o varias mentes enfermas, en una tragedia, que cobra la vida de 3 personas (entre ellas un niño de 8 años, hijo de un participante) y deja a cientos de heridos, muchos de ellos en estado crítico.
Que decir ante semejante barbarie? Quien podría suponer que un evento deportivo, con más de 29.000 almas dispuestas a superar un desafío personal, con la sana intención sana de correr, fueran testigos y víctimas de un acto criminal.
Porque estamos hablando de un evento deportivo, no de una reunión o congreso político, ni un acto proselitista en favor de tal o cual candidato o causa. Simplemente, una maratón con más de un centenar de años de antiguedad, tal vez, la más prestigiosa del mundo, de carácter puramente deportivo, y que reúne a personas y familias de todo el mundo. Y en ese marco, es posible que a alguien se le ocurra atentar contra la vida de una o varias personas allí reunidas? Hay que estar muy enfermo desde todo punto de vista para llevar a la práctica este macabro atentado, sin saber quienes serían las víctimas o personas perjudicadas.
Hoy el mundo del runners está de luto. Nuestra humilde solidaridad con las víctimas y sus familiares, con aquellas personas heridas. 
Sabemos que por suerte, los uruguayos que participaban del evento, así como sus familiares, se encuentran ilesos y a salvo.
Ojalá que nunca más tengamos que lamentar la ocurrencia de hechos de esta naturaleza, que nunca más y especialmente el mundo del deporte se convierta en escenarios donde se trasladen luchas de cualquier otra naturaleza, teniendo de lamentar pérdidas de vidas inocentes.
El runner es fuerte, y seguramente el día de mañana, aquella persona que fue testigo de este lamentable hecho, salga a entrenar como desde hace tiempo. Pero sin lugar a dudas, no se podrá olvidar esta experiencia desagradable y aterradora que marcará su vida.

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